Intentamos no subir precio ¿cómo?

Majadohonda, 10 de marzo de 2022.

Os habréis dado cuenta ¿cómo no darse uenta? que todo sube.

Suben los precios de la energía, necesaria para cualquier cosa, no sólo para cocinar… que es el gasto más elevado, claro. Pero todo suma, si lo pensamos hasta para escribir estas dos líneas necesitamos energía, no sólo para asar un pollo, hornear una lasaña deliciosa, hervir la pasta para nuestras especialidades.

Sube la materia prima, escasea el aceite de girasol, las fábricas de productos de alimentación empiezan a ver que es complicado abastecerse de algunos ingredientes básicos, tienen que cambiar de receta, de etiquetado, de… y cada paso es un incremento de costes y de precio final.

Después hay la especulación que se aprovecha de cualquier escusa para ganar más, más y más a cuesta de la mayoría de la gente. En la que nos incluímos, claro.

La estrategia que necesitamos utilizar para aguantar el máximo del tiempo posible sin ser arrastrado por la necesidad del «o más caro o perder dinero» es la de organizarnos lo mejor posible.

Saber con la máxima antelación qué productos adquirir, en qué cantidad. Evitar desperdicios. Evitar, en la medida de lo possible, preparar platos que no sean los que os apetezcan si llegáis a la tienda sin reservas previas.

La hostelería tiene este gran problema, nunca podemos acertar cuales platos van a desear los clientes que se acerquen a la tienda. Lo más común es que preparemos lasaña de pesto de albahaca y a todos los que entran en A Tavola les apetece lasaña de calabaza y boletus, por decir algo.

Una alternativa sería tener una carta muy corta, pero no es nuestra forma de trabajar. Preferimos sugerir muchas posibilidades y cada cliente elige lo que quiere. Lo prepararemos, si lo reserváis, aunque nos pidáis pocas raciones.

Es de sobra conocido que un escaparate repleto de platos suculentos y con una pinta bárbara emociona el espíritu comprador del cliente, estimula la compra compulsiva, anima a comprar más de lo necesario.

Nunca ha sido esta nuestra política, la de fomentar que compréis más de lo realmente necesario o apetecido. Al contrario, algunos clientes hasta se sorprenden cuando les insistimos que el contenedor engaña y lo que parece poco es una ración bien hermosa.

Volviendo al tema de este artículo: organizarse significa trabajar, el máximo posible, sobre reservas. Cocinar lo platos seguramente deseados por el cliente. No todo puede ser así, lo sabemos. Hay clientes nuevos que no conocen las recetas y quieren ir probando. Las decisiones de última hora ¿qué vamos a comer? son el pan de cada día de este trabajo, nunca mejor dicho. También por esto proponemos platos nuevos cada fin de semana.

Pero a todos los que ya conocéis las deliciosidades que preparamos os animamos a reservar dichos platos con la máxima antelación.

A todos los que nos habéis dicho tantas veces que cualquier propuesta de A Tavola es una delicia, os animamos a seguir siendo curiosos y probar lo nuevo o no que proponemos el día que os animéis a un paseo hacia nuestra Rosticceria Italiana.

Por supuesto dejando margen para comprar lo que os apetezca cuando lo veaís expuesto, nos haremos un favor mutuo con las recordadas reservas. Llamadnos, enviadnos un whatsapp a cualquier hora y en cualquier día de la semana.

No olvidéis que el pollo campero asado, la parmigiana de berenjenas, la tortilla clásica o de otros sabores, la ensalidilla, la lasaña de quesos, la fregula con almejas, el risotto de alcachofas, las albóndigas, etc. etc. son platos que preparamos sólo bajo reserva, mínimo del día anterior.

Muchas gracias queridos clientes!!

Entre todos conseguiremos disfrutar de buena comida…. sin arruinarnos.